Aunque todos colocamos el Bel茅n a帽o tras a帽o en nuestras casas, la gran mayor铆a tenemos un gran desconocimiento sobre cu谩l es el origen del Bel茅n y de qui茅n parti贸 la idea de conmemorar as铆 el nacimiento de Cristo.
A partir de que leas nuestra entrada vas a tener claro cu谩l fue el primer Bel茅n de la historia y qui茅n fue la primera persona que pens贸 que era una buena idea celebrar en nacimiento de Jes煤s colocando en iglesias, casas y negocios una representaci贸n del d铆a en miniatura.
El pesebre, Portal de Bel茅n o sencillamente el Bel茅n que montamos en casa, tiene su base en lo que se indica en los evangelios, donde, al narrar el nacimiento de Cristo (narrarlo, pero sin decir el d铆a exacto de su nacimiento) se dice que este tubo lugar en un establo o pesebre de animales, al no encontrar ninguna posada en la que le dieran cobijo a Mar铆a y a Jos茅.
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驴Qui茅n mont贸 el primer Bel茅n de la historia?
Son muchas las tradiciones que nos llegan desde hace siglos, de las que no se tiene muy clara su procedencia y hay m谩s de un pueblo, zona geogr谩fica o personas que se disputan que ellos fueron los primeros en ello.
Pero en esto de ser el primero en montar el Bel茅n no hay disputa alguna y todo el mundo tiene claro qui茅n el primero en representar el nacimiento.
La primera persona en representar el nacimiento de Cristo fue San Francisco de As铆s.
La idea de representar el Bel茅n naci贸 de un viaje que hizo a Palestina y a su regreso a Greccio (paraje que le recordaba a Bel茅n seg煤n dec铆a) mont贸 un pesebre en una cueva de la localidad.
驴En qu茅 a帽o se represent贸 el nacimiento de Cristo por primera vez?
San Francisco de As铆s viaj贸 a Palestina en el a帽o 1222 y al a帽o siguiente, tras pedir permiso parala representaci贸n al Papa Honorio III y tras su aprobaci贸n, el primer Bel茅n fue montado.
驴Qu茅 figuras ten铆a el primer nacimiento?
San Francisco, en su intenci贸n de conseguir recrear lo mejor posible el nacimiento de Jes煤s, orden贸 que se acondicionara la cueva. En ella se prepar贸 el pesebre que servir铆a para albergar la figura del ni帽o (colocar uno real con el fr铆o que hac铆a, hubiera sido una barbaridad), se llev贸 heno y se coloc贸 en su interior un asno y un buey (esos s铆 de carne y hueso).
La tradici贸n cuenta que en la misa que se oficiaba en la cueva en la Navidad de 1223, apareci贸 sobre el pesebre un ni帽o de carne y hueso al que el Santo cogi贸 en sus brazos y que, en lugar de llorar como har铆a cualquier beb茅 en una situaci贸n de fr铆o y desconocimiento, este le y le extendi贸 los brazos para que lo cogiera.
Desde que se obr贸 el milagro, la tradici贸n de colocar el Bel茅n se extendi贸 por toda Italia y pocas d茅cadas despu茅s fue cuando se mont贸 el primer nacimiento con figuras en representaci贸n de todos los que participaron la noche en la que naci贸 Jes煤s.
Primeras representaciones del Bel茅n
Ojo, pero que este fuera el primer Bel茅n que se mont贸, no quiere decir que antes de 茅l no se hayan encontrado representaciones de la noche m谩s importante para el cristianismo.
En las catacumbas de la 茅poca romana, se ha encontrado un fresco del siglo II en el que se muestra la figura de la Virgen mar铆a estrechando en su pecho al ni帽o Jes煤s envuelto en pa帽ales.
Pero es que hay m谩s, pues frente a ellos aparecen los tres Reyes Magos que, aunque nos chirr铆e hoy en d铆a, visten t煤nica corta, sin manto, ni gorro, ni corona.
En la primera mitad del siglo V, el papa Sixto III traslad贸 restos de la santa cuna a Tierra Santa y los coloc贸 en una peque帽a capilla en la que capilla de Santa Mar铆a ad Presasepe (Santa Mar铆a del Pesebre). All铆 el Papa empez贸 a realizar representaciones en las que se recreaba el nacimiento de Cristo.
Dicha iglesia pasar铆a a ser conocida como la Bas铆lica de Santa Mar铆a la Mayor convirti茅ndose en una de las m谩s importantes de la Ciudad Eterna.
En el siglo VIII el nacimiento de Jes煤s se representaba a menudo en escenas que ten铆an lugar en las plazas de las ciudades. Estas eran representaciones teatrales que poco a poco fueron incorporando a tal evento personajes que, en muchas ocasiones, poco o nada ten铆an que ver con un acontecimiento tan importante.
Estamos seguros que, aunque tal vez San Francisco de As铆s tuviera un completo desconocimiento de todo esto, algo ha tenido que ver con que hoy en d铆a, a帽o tras a帽o, todos montemos con alegr铆a y determinaci贸n el Portal de Bel茅n con todos sus figurantes y los protagonistas de la historia.
