Para muchos de los que nos vayáis a leer hoy, seguro que tenéis una respuesta rápida a la pregunta de por qué se hacen regalos en Navidad: porque estamos en una sociedad consumista y así lo han marcado los grandes almacenes.
Vale, podemos comprarte esa respuesta para referirnos a la ostentosidad de los regalos que se hacen en Navidad hoy en día. Pero hacer regalos en la época navideña, es muuuuuy anterior al primer gran almacén del mundo.
Es más, la tradición de hacer regalos en Navidad es incluso más antigua, que la propia Navidad cristiana.
¿Te parece curioso lo que te hemos contado hasta ahora? Pues no te vayas aún, pues nos queda mucho por contarte.
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¿Cuál es el origen de los regalos?
Antes de hablar de los regalos navideños que todos hacemos, queremos hablarte un poco de cuál es el origen de la acción de hacer regalos, para que tengas claro que nada tienen que ver con el consumismo de hoy en día.
La costumbre de hacer regalos la podemos ver muy arraigada en los fenicios que siempre que llegaban a un país extraño y antes de hablar de cualquier cosa que les llevara hasta allí, solían ganarse la confianza de sus interlocutores, llevándoles un presente, o sea, un regalo.
En las sociedades primitivas ya se hacían regalos. Estas los consideraban como un lazo mágico entre la persona que lo hacía y el que lo recibía, y estos consistían en artículos hechos a mano o cultivados.
¿De dónde proviene la tradición de hacer regalos en Navidad?
La costumbre de hacer regalos en Navidad se remonta a los orígenes paganos que tiene la Navidad.
Para los que no lo sepáis, la Navidad se hizo coincidir con el festejo romano de la Saturnalia, en honor a Sarturno, dios del sol. Y es que nada tiene que ver con el nacimiento de Jesús, pues no hay constancia real del día en el que Jesús llegó al mundo.
Pero seguimos. La Saturnalia coincidía con los días con que menos horas de sol había en el cielo, del 17 al 24 de diciembre, y la celebraban porque a partir de entonces, los días comenzarían a ser más largos y las cosechas más productivas.
En la Saturnalia los romanos hacían una fiesta por todo lo alto. Comían, bebían, bailaban y se hacían regalos unos a otros (¿te recuerda a algo?).
¿Los regalos navideños son por Papá Noel?
Pero hay otra vertiente que habla del origen de Papá Noel, que nada tiene que ver los romanos, pero que, tampoco tiene que ver con la tradición de hacer regalos en mano entre unos y otros.
Aún así te vamos a contar al historia rápidamente, para que cuando Santa deje sus regalos bajo el árbol la noche del 24, sepas de donde vienen.
En este caso nos vamos a Turquía, a los otomanos. En esos lares se dice que los regalos que deja nuestro Santa preferido cada Navidad actual, son en representación de un pobre huérfano que heredó (no sabemos de quién) una gran fortuna y que se dedicó a ayudar a los más desfavorecidos haciendo regalos a quienes los necesitaban.
Con el tiempo llegó a ser Obispo y se le conoció como Nicolás. Con su muerte fue beatificado como San Nicolás de Bari… San Nicolás en Europa, Santa Klaus en Alemania o el Papá Noél de Laponia, son alguno de los nombres que este santo amigo de regalar, tiene hoy en día.
¿Los regalos de Navidad tienen algo que ver con los Reyes Magos?
Pero a los españoles nos queda otra celebración que no podemos olvidar en la que los regalos corren del zapato a las manos de todas las familias.
La festividad de los Reyes Magos coincide con el día en el que sus Majestades de oriente llegaron a Belén a llevarle sus regalos al niño Jesús.
Muchas personas creen, erróneamente, que los regalos que se hacen en Navidad son una especie de homenaje a aquellos regalos que todos conocemos: oro, incienso y mirra. Pero nada tienen que ver.
Los regalos de Navidad que nos hacemos unos a otros, no conmemoran estos presentes. Los que sí lo hacen son los regalos que los propios Magos dejan cada noche del 5 al 6 de enero en las casas de todos aquellos que se hayan portado bien… Y si te has portado mal, pues ya sabes, carbón por haber sido malo.