Puedes odiarlos, terminas harto de escucharlos Navidad tras Navidad, pero estamos seguros que estarás entre aquellos que cantan villancicos en Navidad casi sin querer.
Pero, ¿sabes la razón por la que se cantan villancicos navideños, qué tienen de especial y por qué no debe perderse la tradición?… Si quieres salir de dudas, sigue leyendo.
Los villancicos navideños tienen mucha historia y tradición. La gran mayoría de los villancicos que cantamos a solas, en familia o con amigos, tienen tantos años que ni sabemos de dónde vienen ni quién los escribió.
Aunque no sepas la fecha exacta, seguro que tendrás claro que el «origen de los villancicos y su historia» se remontan años y años en el tiempo (te animamos que lo leas todo en el enlace anterior). Pero de lo que estamos seguros es de que no sabes que provienen de los villanos y los campesinos que, a través de sus canciones, contaban todo aquello que ocurría en la villa.
¿Por qué cantamos villancicos?
Los villancicos son el inicio y el arranque de la Navidad de verdad. Sabemos que son muchos los espacios donde se ponen luces y adornos navideños con mucho tiempo de antelación a la Nochebuena. Pero parece que es el momento en el que se escucha el primer villancico, cuando uno es consciente de que la Navidad está realmente presente.
Puede que creas que cantas villancicos en Navidad simplemente porque expresan alegría, dan más fuerza a las fiestas que se están celebrando y unifican a todos los presentes en reuniones y celebraciones. Y tendrás razón, pues para todo eso sirven los villancicos.
Pero detrás de ellos hay aún más cosas. Los villancicos navideños son una manera de conmemorar el nacimiento de Cristo y de unir a las personas en el amor de Dios, hacerles partícipes de su paz y que la fraternidad triunfe en todos los rincones de la tierra.
De aquellas canciones que contaban la historia del lugar, nacieron las canciones que cantaban el nacimiento del Niño Dios y cómo los pastores iban a adorarlo, como los Reyes se postraron ante él y como los ángeles bajaban del cielo… Y año tras año, siglo tras siglo, los villancicos se transmitieron de padres a hijos, de abuelos a nietos, hasta nuestros días, donde todos cantamos el momento del nacimiento de Jesús con sus letras y su música, en unos casos más alegre, en otros más categórica.
No es menos cierto que los villancicos navideños que se componen en nuestros días no tienen nada que ver con la venida de Dios a la tierra, y sí con la alegría que se desprende y se respira estos días.
Lo bueno de la variedad en este tipo de canciones, es que puedes cantar los villancicos que desees en cada uno de los momentos.