Si te estás preguntando sobre el origen del uso de la pirotecnia en Navidad, nosotros también nos lo hemos preguntado, y hemos indagado un poco sobre el tema.
Partimos de la base de que el uso de pirotecnia (cohetes, petardos, bengalas, fuegos artificiales, etc.) durante las fiestas navideñas, es una realidad. Lo es, en general, al menos en España, con motivo de cualquier acontecimiento festivo, pero la relación entre pirotecnia y Navidad tiene un plus evidente con respecto a cualquier otro periodo del año.
Se dice que los chinos fueron quienes descubrieron la pólvora con la que se fabrican los artilugios pirotécnicos del presente, y aunque no se sabe la fecha con exactitud, se piensa que debió producirse en torno al siglo IX d.C.
Como ya sabes, la pólvora revolucionó por completo el «arte» de la guerra, pero el uso de la pirotecnia como reclamo festivo lo encontramos de forma más o menos generalizada en Europa a finales del siglo XVIII, con motivo de fiestas de la alta alcurnia: bodas, bautizos, fiestas palaciegas, etc.
Origen de la pirotecnia en Navidad en España
En España, el afianzamiento del uso de la pirotecnia en las fiestas navideñas, más allá de manifestaciones locales y aisladas, lo encontramos principalmente a partir de los años 60. Durante la guerra y la postguerra, como es lógico, el uso de materiales explosivos o incendiarios como ocio, dejó de tener sentido (como sí lo tuvo en otros lugares de Europa y del mundo; principalmente, en Estados Unidos).
En el villancico «Arre burro arre» o «Arre borriquito», se empieza diciendo «En la puerta de mi casa voy a poner un petardo, «pa» reírme del que venga a pedir el aguinaldo…», siendo ésta una canción de origen militar cuyos orígenes se remontan a 1930, aproximadamente.
Obviamente, el uso de la pirotecnia en Navidad en esa época en España ya era una realidad, si bien tuvieron que pasar muchos años para que se normalizase su uso en un contexto festivo.
La Navidad, lógicamente, al ser la fiesta más celebrada en España con mucha diferencia sobre ninguna otra, ha provocado un uso enorme de elementos pirotécnicos en todos los rincones del país, desde los citados años 60. Por entonces, el lanzamiento de cohetes y petardos a título particular, se empieza a generalizar con los castillos de fuegos artificiales navideños lanzados por los ayuntamientos de los municipios en fechas señaladas como la Nochebuena o la Nochevieja, principalmente.
Por qué se sigue usando la pirotecnia en Navidad
Con la aparición de Internet, de los teléfonos móviles, y con la digitalización progresiva de nuestras vidas, el uso de la pirotecnia ha ido perdiendo fuelle en los últimos años, algo a lo que han unido las demandas de multitud de asociaciones en defensa de los perros, gatos y otros animales domésticos que, por desgracia, sufren graves consecuencias con motivo de la explosión de cohetes y petardos durante la Navidad.
Por eso, si el origen de la pirotecnia es incierto, más incierto aún nos parece el futuro de la misma, aunque siempre habrá familias que, sin molestar a nadie, y de forma lo más cauta posible, siga celebrando la Navidad con fuegos artificiales, cohetes o petardos.
Con todo, hay que tener en cuenta que todos los años se producen muchos accidentes provocados por el manejo de bengalas de pirotecnia, razón de más para extremar las precauciones todo lo posible en el caso de que optemos por usar pirotecnia en Navidad.