Os aseguramos que para nosotros, una web que se dedica en cuerpo y alma ha hablarte de todos y cada uno de los aspectos de la Navidad, pensar en qué pasaría si la Navidad no existiera hace que se nos pongan los pelos de punta y que sudemos la gota gorda.
Se nos hace impensable que hoy en día, e incluso en un futuro lejano, pueda dejar de existir la Navidad y, sobre todo, se nos hacen impensables las consecuencias que ello pueda tener.
Pero vamos a hacer el esfuerzo. Vamos a pensar y a investigar qué es lo que podría pasar si la Navidad deja de existir, tanto socialmente como psicológicamente.
Qué pasaría en la sociedad si deja de celebrarse la Navidad
Cada vez la navidad llega a la sociedad con más antelación. Parece mentira, pero es la realidad. En los comercios desaparecen los helados para dejar espacio a los turrones y los dulces propios de la fiestas navideñas.
Y ya en Noviembre, como mucho a mediados del mes, la gran mayoría de las tiendas y negocios se llenan de adornos navideños que nos van preparando para unos días de alegría e ilusión como pocos.
Todo ello, con el encendido de las luces de Navidad, va generando en la sociedad un calado profundo de consumo, compras, regalos, fiestas, comidas y cenas, encuentros…
Sin duda, la atmósfera del consumo lo envuelve todo y hay datos que indican que en Navidad se vende del 30 al 50% de todo lo que se vende todo el año.
Entonces, ¿qué pasaría en la sociedad en general si no existiera la Navidad? Bueno, pues esto depende a quién le preguntes.
Si le preguntas a los comerciantes, podrían decirte que sería una ruina para ellos. Si le preguntas al «medio ambiente» (vale, a este no se le puede preguntar, pero hay que tenerlo en cuenta) te diría que para él sería estupendo ya que se ahorraría una enorme cantidad de desperdicios y de productos que, comprados sin pensar, terminan en la basura o en un cajón de la casa, sin estrenar.
Si nos centramos en la sociedad en general, la no existencia de la época navideña conllevaría la eliminación de unos días de alegría y euforia para gran mayoría de las personas. Estos días suelen ser una época de cura en el espíritu y un nuevo renacer con el nuevo año. Un renacer más alegre y más feliz gracias a las celebraciones, el colorido y la luminosidad navideña que todo lo inunda.
Cómo influiría psicológicamente la no existencia de la Navidad
Según los psicólogos, la Navidad trae al ser humano un buen número de beneficios para nuestra salud mental. Estos suponen un refuerzo positivo en la persona, que se perdería si esta no se celebrara.
Estos beneficios son estímulos que aportan al cerebro humano bienestar y que nos ayudan a continuar con las premisas que marcan la Navidad durante el resto del año y, sobre todo, durante la propia Navidad.
Entre estos estímulos encontramos el reunirnos con la familia y los amigos o regalarnos cosas. Sí, los regalos a los humanos nos aportan una subida de hormonas beneficiosas que en Navidad están por las nubes, ya sea por el hecho de regalar o por el de ser regalado.
Cuando los regalos van enfocados además a tocar la fibra sensible cerebral, por ejemplo con álbumes de fotos, cartas de agradecimiento, libros o recuerdos, los beneficios psicológicos serían dobles.
En el caso de que la Navidad no existiera, todo esto se perdería y el ser humano no se cargaría de energía positiva.
Pero, ¿qué pasa si odias la Navidad y todo lo que ella supone? Pues puede que creas que para estas personas el no celebrarse la Navidad pueda suponer un beneficio. Bueno, en los casos más graves podría ser, pero, por mucho que haya quien se empeñe en creer que le iría mejor, en el fondo, el espíritu navideño y los beneficios generales de la sociedad, también terminan haciendo mella en ellos y les aporta parte de lo bueno de unas Navidades alegres y coloridas.
Para terminar queremos decirte que aunque no exista la Navidad los humanos buscaríamos otras formas de celebración con el fin de seguir persiguiendo el consumismo y el capitalismo que hoy en día nos mueve.
Cada vez son más las acciones que se llevan a cabo para que compremos y regalemos. Y algunas de ellas son más que recientes. Como ejemplos: el día de la madre, del padre y de los abuelos, San Valentín, el Black Friday, el Cyber Monday… Y seguro, seguro, que con el paso del tiempo seguirán saliendo más y más, y algo saldría para sustituir a la Navidad.