A una de las zonas más remotas de la geografía española, llena de belleza, pero olvidada durante siglos, llega, año tras año, la que se conoce como la Chicharrona.
Conocer la historia de la Chicharrona, lo que hace y cuándo lo hace, es nuestro cometido en esta entrada.
Como vas a poder leer, la Chicharrona es una mujer muy singular a la que todos adoran y que bailando y cantando hace regalos a todo al que ella se acerca.
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¿Dónde sale la Chicharrona?
En una remota zona del norte extremeño, rodeada de la hermosura más grande, se encuentra la comarca de Las Hurdes.
En ese lúdico paraje, a comienzos del mes de diciembre, hay una mujer que baja desde la sierra para marcar el comienzo de la matanza del cerdo.
¿Cómo es la Chicharrona?
La Chicharrona viste con piel de carba, gorro de piel de zorra o lobo y lleva pieles de animales colgadas del cinturón.
Además, la Chicharrona lleva al cuello collares con mazorcas de maíz y chorizos, y suele llevar siempre encima una vejiga de cardo y un garrote.
El poder de esta figura extremeña es la de llevar consigo un pergamino en el que da licencia a los hurdanos para que comiencen con la matanza del puerco, dado que con su bajada, bajan también las temperaturas y el frío que la carne precisa para su secado y mantenimiento.
Pero la Chicharrona reparte regalos, sí. Aunque hoy nos puedan parecer poca cosa, antes no había regalo mejor, la Chicharrona reparte higos, nueces, castañas y otros frutos secos a los niños que se le acercan con una sonrisa cuando entra en el pueblo.
Y para aquellos que se ríen de ella, la Chicharrona tiene su garrota y más de un garrotazo reparte.
¿Por qué es tan peculiar este personaje?
Si todo lo anterior no os deja claro la peculiaridad de la Chicharrona, que creemos que ya es más que suficiente, su forma de actuar sin duda también lo es.
Mientras que el resto de personajes o figuras que reparten regalos cerca de la Navidad en España suelen querer pasar desapercibidos y se mantienen casi escondidos en la penumbra, la Chicharrona baja de la sierra cantando y bailando, con sus manos sucias por el trabajo en la carne y por la recolección de frutas de los árboles.
La Chicarrona y la Navidad
Aunque es cierto que la Chicharrona discurre por las calles de las Hurdes a principios del mes de diciembre (sobre el 6 o el 8) y puede quedar algo lejos de los días más importantes de la Navidad, no es menos cierto que con su llegada y la «licencia» de esta figura para la matanza del cerdo, se abre el momento de preparar las comidas y las cenas navideñas con esta deliciosa carne, además de preparar con su manteca y con sus chicharrones, uno de los dulces más deliciosos de la época, las bollas de chicharrones.
Además, con la llegada de la Chicharrona, los regalos navideños son los primeros que entraban en las casas, si es que aquellos que los recibían podían resistirse a la tentación de guardarlos hasta fechas más señaladas.
La Chicharrona en América Latina
Al otro lado del charco, como solemos decir, tienen una figura a la que se conoce con el mismo nombre.
En este caso hablamos de una figura folclórica que se puede encontrar en varias regiones de la América Latina, pero que es especialmente importante en Costa Rica.
La Chicharrona latinoamericana es una mujer obesa, que se viste con ropas de llamativos colores y con una forma de ser alegre, simpática y extrovertida.
La Chicharrona costarricense es todo un símbolo de la identidad y la cultura de Costa Rica y, a diferencia de la Chicharrona española, es muy fácil encontrarla en los principales festejos del país.
A esta figura se le atribuyen cualidades como la generosidad y la hospitalidad, y se sabe que su presencia en una celebración garantiza la comida y la bebida de los invitados.